Països catalans, en plural
Es el título de
una obra que acaba de publicar la Editorial Moll con contribuciones de
escritores, profesores y especialistas catalanes, valencianos y baleares. El
denominador común es reflexionar sobre los países catalanes como proyecto político
y como realidad cultural. Es una cuestión que se arrastra desde hace muchísimo
tiempo y que, según se mire, es una utopía capaz de estimular las mejores
energías e inteligencias de unos y malos instintos de los otros, de los que ni
siquiera aceptan que se plantee como utopía. Pero la realidad, la histórica y
la actual, desde muchas perspectivas, identifica un espacio geográfico y
cultural con sus propios valores y características formado por aquellos países.
La expresión països catalans no es de ahora. Viene del siglo XIX y su uso fue
en aumento hasta la II República. Volvió a coger fuerza en el tardofranquismo
y transición. Para algunos es una expresión que entraña peligros y que hay
que proscribir. Algo hay de cierto, porque la actual constitución prohíbe la
federación de comunidades autónomas, como la de la República también prohibía
la de regiones. Dicen que lo que subyace en tales limitaciones, es evitar que
aquella utopía pueda ser algún día realidad. Sin embargo, el actual marco
constitucional ha hecho posible la intensificación de las relaciones de todo
tipo entre Catalunya, País Valenciano y las Balears como no habían existido
desde el 1714. Las razones son cuatro: por el sistema de libertades que establece
la Constitución; porque la realidad tiene más fuerza que las leyes; por el
hecho que los tres países tengan estatutos de autonomía; y, el nuevo horizonte
que se ha abierto con la entrada de España en la Unión Europea. Han sido
instituciones europeas vía gobierno español las que han evitado el
secesionismo lingüístico pretendido por sectores valencianos.
Los cuarenta trabajos que componen el libro tienen un valor desigual y algunos
de ellos sobran porque nada aportan a los que no quieran leer la obra en clave
partidista (léase PSM). Las colaboraciones de S. Cardús, G. Frontera, J. F.
Mira, J. Vallvé, S. Alzamora, Melià Ques y Ferran Requejo son reflexiones de
altura, por citar las que más me han interesado. De especial interés es el capítulo
dedicado a lo que significa o puede significar un espacio de comunicación
formado por unos territorios con casi trece millones de habitantes con un alto
nivel de renta, por lo tanto de consumo de las nuevas tecnologías. También el
referido a aspectos económicos, lo que se ha venido en denominar el Euram o
Euroregió de l´Arc Mediterrani. El profesor Tremosa recuerda que "Catalunya,
País Valenciano i les illes Balears aparecen conjuntamente en mapas de geografía
política y económica que se publican en Europa y Estados Unidos a partir de la
consideración de variables como la densidad de población, estructura económica,
tradición manufacturera, vocación industrial y la densidad de las redes de
comunicación". Esta nación, que lo es desde el punto de vista cultural,
¿es políticamente viable o compatible con el Estado español? Siguiendo a
Miquel dels Sants Oliver lo es, siempre que se inspire en un federalismo
historicista puesto al día, es decir, en las coordenadas de Europa. Un libro,
en definitiva, que se tiene que recomendar a los que tienen limpio el corazón,
pero también a los que gustan escrutar el futuro. Los que padecen catalanofobia
mas vale que no lo lean porque su dolencia puede agravarse o, vaya a saber,
curarse.
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