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El PSM opina. 22/01/2006

Països catalans, en plural

Es el título de una obra que acaba de publicar la Editorial Moll con contribuciones de escritores, profesores y especialistas catalanes, valencianos y baleares. El denominador común es reflexionar sobre los países catalanes como proyecto político y como realidad cultural. Es una cuestión que se arrastra desde hace muchísimo tiempo y que, según se mire, es una utopía capaz de estimular las mejores energías e inteligencias de unos y malos instintos de los otros, de los que ni siquiera aceptan que se plantee como utopía. Pero la realidad, la histórica y la actual, desde muchas perspectivas, identifica un espacio geográfico y cultural con sus propios valores y características formado por aquellos países.

La expresión països catalans no es de ahora. Viene del siglo XIX y su uso fue en aumento hasta la II República. Volvió a coger fuerza en el tardofranquismo y transición. Para algunos es una expresión que entraña peligros y que hay que proscribir. Algo hay de cierto, porque la actual constitución prohíbe la federación de comunidades autónomas, como la de la República también prohibía la de regiones. Dicen que lo que subyace en tales limitaciones, es evitar que aquella utopía pueda ser algún día realidad. Sin embargo, el actual marco constitucional ha hecho posible la intensificación de las relaciones de todo tipo entre Catalunya, País Valenciano y las Balears como no habían existido desde el 1714. Las razones son cuatro: por el sistema de libertades que establece la Constitución; porque la realidad tiene más fuerza que las leyes; por el hecho que los tres países tengan estatutos de autonomía; y, el nuevo horizonte que se ha abierto con la entrada de España en la Unión Europea. Han sido instituciones europeas vía gobierno español las que han evitado el secesionismo lingüístico pretendido por sectores valencianos.

Los cuarenta trabajos que componen el libro tienen un valor desigual y algunos de ellos sobran porque nada aportan a los que no quieran leer la obra en clave partidista (léase PSM). Las colaboraciones de S. Cardús, G. Frontera, J. F. Mira, J. Vallvé, S. Alzamora, Melià Ques y Ferran Requejo son reflexiones de altura, por citar las que más me han interesado. De especial interés es el capítulo dedicado a lo que significa o puede significar un espacio de comunicación formado por unos territorios con casi trece millones de habitantes con un alto nivel de renta, por lo tanto de consumo de las nuevas tecnologías. También el referido a aspectos económicos, lo que se ha venido en denominar el Euram o Euroregió de l´Arc Mediterrani. El profesor Tremosa recuerda que "Catalunya, País Valenciano i les illes Balears aparecen conjuntamente en mapas de geografía política y económica que se publican en Europa y Estados Unidos a partir de la consideración de variables como la densidad de población, estructura económica, tradición manufacturera, vocación industrial y la densidad de las redes de comunicación". Esta nación, que lo es desde el punto de vista cultural, ¿es políticamente viable o compatible con el Estado español? Siguiendo a Miquel dels Sants Oliver lo es, siempre que se inspire en un federalismo historicista puesto al día, es decir, en las coordenadas de Europa. Un libro, en definitiva, que se tiene que recomendar a los que tienen limpio el corazón, pero también a los que gustan escrutar el futuro. Los que padecen catalanofobia mas vale que no lo lean porque su dolencia puede agravarse o, vaya a saber, curarse.





      

 

 




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